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martes, 3 de septiembre de 2013

EL COMETIDO SECRETO: LA ALIANZA CONTRA-DIMENSIONAL(PARTE 1)

Kroll Nagheldash "el Renegado", como casi todo el mundo lo conocía, era un ex-Guardián Dimensional, así como lo era Mhu-Ghen, solo que había una diferencia irrefutable: la Sombra Infinita había sido entrenada por el propio Bryan Black, había sido en aquél entonces su mano derecha, su alumno predilecto, el mejor en todo. Eso le posibilitó conocer todas las formas de pensar, reaccionar, actuar, planear o incluso relacionarse de su maestro. Todos los parámetros de poder y las estructuras, incluso sus secuencias de ataque, eran basados en el estilo del "Guardián Original". Mhu-Ghen observó duros capítulos de violencia y sadismo, crueldad y agonía, locura e in-sanidad por parte de los seres, no solo humanos, en aquellas jornadas de aprendizaje de los principios fundamentales de la Luz Oscura: el Bien Justo, que alegaba que solo se hacía una buena obra cuando ésta no iba a ser perjudicial para el receptor, o cuando no iba a evitar un Mal Necesario, y éste último, que defendía que se debía hacer una obra maléfica solamente si ésta contribuía al equilibrado bienestar de todos. Por otro lado, estos parámetros también daban a entender que no siempre evitar un acto maligno era una obra de bien, y sí podía serlo perdonar al hacedor de la hazaña, o no pararle los pies. La técnica especial que le había dado nombre no era dimensional, de hecho fue considerada un fallo, o más bien una maldición. Él era el hermano pequeño de Lynn la Daga de Hielo y con ello el Segundo Príncipe del Séptimo Reino del Frío Infinito. Había nacido con todas las cualidades que un rey podía desear de un hijo de la corona: Sano, fuerte, resistente a las más bajas temperaturas de la región, habilidoso en las armas filosas, como todos los de su reino, inteligente, más calculador que temerario, con un temperamento inalterablemente pacífico. Como todos los nobles, el príncipe también esperaba recibir uno de los sellos infinitos, en una época de gran popularidad del reinado. Su hermana había sido destinada a ocupar el trono y él había sido nombrado escudero de la futura reina. Pero solo alguien con un sello "dominado" podía ocupar un cargo en la guardia real. Así que de esa manera fue planeado, Mhu-Ghen sería un Guardián del Frío Infinito. Este acontecimiento es severamente anterior a la creación del Imperio Dimensional, así que solamente Lynn conocía, vagamente, a Bryan. El nombre de los Nobles era decidido por los Espíritus del Hielo, pero nadie tardó en comprender el porqué del suyo. Pasó por todas las pruebas satisfactoriamente, descubriendo con sorpresa que, de los nueve Signos-Portal el que le correspondería sería el de los ojos, el más difícil de soportar, pero también el más poderoso. Quería decir que el Frío Infinito iba a ser invocado por su sentido de la visión. Un suceso inesperado cambió la historia de los Nueve Reinos:

Casi en el final de la operación, de los ojos del joven príncipe se abrieron dos portales que, si hubieran sido los conocidos, se habrían detenido, sellado. Los cirujanos de la operación habían caído desplomados, tras mirar directamente dentro de ese universo negro que se materializó en los ojos de la "Sombra Infinita". Se tardó un tiempo y se necesitó de la ayuda de todos los sabios para interpretar el mensaje de los Espíritus, que anunciaba la llegada de La Sombra que Derrotaría un Imperio. Tras varios estudios, los ancianos descubrieron que la sombra de Mhu-Ghen tenía el efecto de absorber literalmente la Esencia Maligna del cuerpo de los seres con conciencia, por pasiva que fuera. Por las leyes del Equilibrio Dual, ninguna forma de vida puede existir sin una proporción equitativa de Bien y Mal en su cuerpo, ya sea físico, elemental, psíquico o incorpóreo. Así que el poder del Príncipe, considerado de extremamente peligroso para el reino, lo condenó al exilio forzado ya que, al ser noble, no podía ser asesinado por una espada de cualquiera de los reinos, por disposición de sus Leyes Fundamentales. Gracias a su gran habilidad para el combate y la supervivencia, que ya había sido frecuentemente admirada por los Nueve Sabios y todos los Reinos, no tardó en crearse una fama ahí fuera, así que tuvo tiempo y riqueza suficiente para dominar el poder que sus ojos le otorgaban. Unos cinco años después de su destierro conoció a su nuevo maestro, Bryan Lucyus Black, quien lo entrenaría para combinar su poder con la Dimensión Infinita, enseñándole a crear clones a partir de esa energía maligna residual, y auxiliandolo en la creación de la técnica que sería la perdición del futuro Imperio de las Dimensiones: La Dimensión Infinita de Sombras. El facto de tratarse de una técnica con una proporción de la esencia de Bryan, se descubrió inefectiva contra éste. Con aquél logro, Mhu-Ghen se propuso completar una de las hazañas más increíbles que jamás alguien hubiera llevado a cabo: Iba a hacer aquello que nadie había conseguido jamás. Descubriría como convertir a voluntad esa energía en "no-mortífera" para sonsacar el mal de todos y conseguir que en todo el Universo de Creatis solo predominara el Bien Justo, sin la necesidad del que consideraba tan perjudicial Mal Necesario. Todo y los intentos de persuasión de su maestro, la Sombra Infinita se había marcado un cometido existencial, y sería tan fuerte la decisión, que desencadenaría varios conflictos, y no pararía hasta conseguir convencer a Bryan, el creador, de que debía hacerse lo que se proponía.

 Kroll era el mayor rival del Rey del Império Dimensional, el que siempre había empatado su poder o, incluso en muchos casos, lo había superado. "El Renegado" había sido el único de los suyos capaz de imitar el poder de clonación de los Black sin necesidad de ni siquiera recibir una lección. Era un caso raro, como si fuera una mezcla de ambas familias, tenía lo mejor de las dos. Como todo Nagheldash, él también era ridículamente corpulento y musculoso. su pelo anaranjado apuntaba amenazante a las estrellas, con una largura de no menos de cinco centímetros. Él había experimentado un sinfín de discrepancias con el propio imperio que lo vio nacer, así que un día decidió revelarse, tomando la decisión de convertirse en el líder de la revolución que incluiría a parte de la familia Nagheldash, a lo Ragnadios, a los Nukh Nah-Rhu y, ahora, a Mhu-Ghen Black, con la Dimensión Infinita de Sombras.

domingo, 1 de septiembre de 2013

LA PRIMERA MISIÓN: EL ORIGEN DE RÍO DE PAZ(PARTE 4)

El Rey Sihr-Thal "Saeta de la Tormenta Helada" se había hecho casi fanático de la historia que contaba ese diario. Mhu-Ghen le había prometido que, cuando encontrara el resto de los diarios (porque daba por sentado que los iba a encontrar), le entregaría una copia de cada uno para que pudiera seguirlos con más detalle. Al final, aunque lo había hecho a regañadientes, no parecía tan malo ser aliado de la Sombra Infinita, al fin y al cabo su objetivo era común.

- Reúne a nuestros mejores hombres, haremos una visita a Río de Paz, quiero asegurarme de que lo que dice la historia es cierto, y de que los Guerreros Naturales tengan una versión, si más no, similar. Nadie mejor que ellos para conocer con mayor detalle su historia. Vamos a investigar un poco más antes de tomar cartas en el asunto, nuestro próximo movimiento será crucial, no podemos arriesgarnos al azar.- Le hablaba a Ihn-Ghur, su mano derecha, el que siempre opinaba sin preguntar, pero siempre acertaba al cuestionarlo todo.

- Señor, permitidme decir que algo me huele mal en relación a las intenciones de Mhu-Ghen, es bien sabido que su aparición siempre auguró una catástrofe. Me parece que hay demasiada calma en el ambiente, no se si deberíamos ser nosotros los que iniciáramos la Tercera Gran Guerra. Tengamos en cuenta que, en ese caso, seremos el núcleo de todos los ataques enemigos y, en consecuencia, el objetivo principal. Sería mucho más sencillo dejar que él nos demuestre que los otros también van a unirse a la causa, antes que delatarnos como aliados de la Sombra Que el Mal Augura, como sabemos que muchos lo conocen, y arriesgarnos a perder aliados, generar enemigos o a  que quieran borrarnos del mapa. Sería bueno pensar con la cabeza fría, señor.

- Hum... Quizás tengas razón...- Como siempre hacía, se resistió a las palabras de su principal consejero.- No obstante, eso solo puede suceder si entramos con la mentalidad de que podemos llegar a perder la guerra. En este momento somos la corona más grande y poderosa del Frío Infinito, y eso nos hace merecedores de un crédito mayor. Sabemos que los otros reyes aliados harán lo que digamos, siendo que no tienen prácticamente autonomía en sus propios reinos sin nuestra ayuda y no se arriesgarían a perder el poder que aun les queda. Por otro lado, podríamos incluso tratar de conseguir una alianza con los Ragnadios, que hace ya mucho tiempo que sufren bajo la represión de la Red Dimensional, aunque les costaría reconocerlo. En cualquier caso, haremos esa visita a la "ciudad de origen", tomemonoslo como unas vacaciones, o mejor, un paseo rutinario.


Mhu-Ghen había salido de nuevo, alegando que aun le quedaba un pequeño asunto por resolver, algo que no podía dejar pasar.

- Hace mucho tiempo que no nos vemos, Kroll Nagheldash.- Mencionó la Sombra con serenidad y sin ni siquiera girarse para el cuerpo que se materializó a su lado.